sábado, 3 de enero de 2009
Por Palestina, muevete!
No te quedes al margen.
Israel
Israel
Escrito por José Saramago en rebelion.orgNo es el mejor augurio que el futuro presidente de Estados Unidos repita una y otra vez, sin que le tiemble la voz, que mantendrá con Israel la "relación especial" que une los dos países, en particular el apoyo incondicional que la Casa Blanca dispensa a la política represiva (represiva es decir poco) con que los gobernantes (¿y porqué no también los gobernados?) israelíes han venido martirizando por todos los modos y medios al pueblo palestino. Si a Barack Obama no le repugna tomar su té con verdugos y criminales de guerra, buen provecho le haga, pero que no cuente con la aprobación de la gente honesta. Otros presidentes colegas suyos lo hicieron antes sin necesitar otra justificación que la tal "relación especial" con la que se da cobertura a cuantas ignominias fueron tramadas por los dos países contra los derechos nacionales de los palestinos.
A lo largo de la campaña electoral Barack Obama, ya fuera por vivencia personal o por estrategia política, supo dar de sí mismo la imagen de un padre dedicado. Eso me permite sugerirle que le cuente esta noche una historia a sus hijas antes de que se duerman, la historia de un barco que transportaba cuatro toneladas de medicamentos para socorrer a la población de Gaza en la terrible situación sanitaria en que se encuentra, y que ese barco, Dignidade era su nombre, ha sido destruido por un ataque de fuerzas navales israelíes con el pretexto de que no tenía autorización para atracar en sus costas (creía yo, ignorante redomado, que las costas de Gaza eran palestinas…). Y que no se sorprenda si una de las hijas, o las dos a coro, le dicen: "No te canses, papá, ya sabemos qué es una relación especial, se llama complicidad en el crimen".
Los cadáveres de cinco hermanas palestinas de 4 a 17 años muertas en el bombardeo nocturno israelí a una mezquita del campo de refugiados de Yabalia yacen en la morgue de un hospital
Vía Archipielagonoticias.com
miércoles, 28 de marzo de 2007
En defensa del pueblo palestino
En defensa del pueblo palestino
El último capítulo
del conflicto entre Israel y Palestina comenzó cuando las tropas israelíes
cogieron a dos civiles, un médico y su hermano, en Gaza. Un incidente
escasamente contado, excepto en la prensa turca. Al día siguiente, los
palestinos cogieron prisionero a un soldado israelí -y propusieron negociar un
intercambio con prisioneros tomados por los israelíes: hay aproximadamente
10.000 en cárceles israelíes.
Que este secuestro sea considerado un ultraje,
mientras que la ocupación militar ilegal de Cisjordania y la apropiación
sistemática de sus recursos naturales -principalmente, el agua- por las Fuerzas
de Defensa (!) israelíes sea considerado como un hecho lamentable pero real, es
típico del doble baremo que emplea repetidamente Occidente en cuanto a lo que
acontece a los palestinos en los territorios que les fueron asignados por
acuerdos internacionales durante los últimos 70 años.
Hoy un ultraje se
sucede a otro; misiles improvisados se cruzan con otros sofisticados. Estos
últimos, generalmente encuentran su objetivo situado donde los pobres viven
desheredados y abarrotados, esperando lo que en un tiempo se llamó Justicia. Los
dos tipos de misiles desgarran cuerpos horriblemente, ¿cómo pueden los jefes
militares olvidar esto por un solo momento?
Cada provocación y
contra-provocación es contestada y aireada. Pero las discusiones subsiguientes,
las acusaciones y las promesas, todas ellas, sirven como una perturbación para
distraer la atención mundial de una larga práctica militar, económica y
geográfica cuya intención política es nada menos que la liquidación de la nación
palestina.
Hay que decir esto alto y claro ya que esta práctica, declarada a
medias y a medias encubierta, avanza rápidamente estos días, y, en nuestra
opinión, hay que resistirse y reconocerlo constantemente y en todo
momento.