lunes, 13 de agosto de 2007

Otra de Quintín Cabrera


INFORME PROVISIONAL

Desde niño me dan miedo las iglesias.
Desde siempre no me gustan las sotanas,
los porteros, las medallas, los galones,
la prensa rosa y los viajes del Papa.
Confieso odiar la pompa y el boato,
sin señalar, para que no se enojen.
Los himnos triunfalistas me dan náuseas
y todo lo que sean uniformes.

El servilismo de algunos dependientes
nunca lo soportó este ciudadano,
igual que al prepotente porque manda,
al Cubalibre y al tufo de butano.

Me asusta la “libertad dentro de un orden”
(el cascabel al gato ¿quién lo pone?)
porque son los que inventan las fronteras
los mismo que expiden pasaportes.

los que todo lo saben me exasperan
y los que dan de comer a las palomas
(aunque veo muy bien que éstas defequen
sobre los gloriosos bronces de la historia).

Siempre me han repelido los valores
de la jerarquía super jerarquizada
de los que se transforman en jerarcas
jerarquizando todo aquello que inventaran.

No aguanto a los chistosos por decreto,
a testas coronadas ni a chorizos.
No soporto a los “brokers” ni a las madres
de todos los que son niño-prodigio.

Azás sensible soy en mi cabreo
con los enterradores de la lucha de clases
que comen en la mano del que manda
justificándolos para justificarse.

No me gustan los borrachos, aunque sean
de los que se ponen tiernos y amistosos,
ni a los famosos porque salen en la tele
que salen en la tele porque son famosos.

En el toreo “hincho” por el toro
y por los indios en las de “vaqueros”.
Además, claro está, por los chavales
que odian los galones y los tiroteos.

Subvierto los valores que subyacen
en esta subcultura tan subdesarrollada.
En acabando en este primer informe
que firmo al pie de la fecha indicada:

a tantos y tantos del presente año
le sirve a usted, aunque no sirva a Dios
el ciudadano que todo esto suscribe:
Quintín Jorge Cabrera Beduchaud.

(Quintín Cabrera)
 
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